La Organización Mundial de Salud (OMS) define la extracción de órganos como un “trasplante comercial en el que hay una ganancia, que ocurre fuera de los sistemas médicos nacionales”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que aproximadamente “un 8 % de los trasplantes que se realizan a día de hoy en todo el mundo proceden del tráfico de órganos”. Los órganos que más ilícitamente se comercializan son los riñones.