2. Medio
¿Qué se hace?
La amenaza, la fuerza y otras formas de coacción, el rapto o secuestro, el fraude o engaño, el abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, la oferta y aceptación de pagos – son las principales estrategias que los tratantes utilizan para captar, retener y explotar a sus víctimas.
- Amenaza
- Fuerza y otras formas de coacción
- Rapto o secuestro
- Fraude/Engaño
- Abuso de poder o vulnerabilidad
- Oferta y aceptación de pagos
El tratante amenaza a sus víctimas con acciones de represalias contra ellas o sus familiares una denuncia a las autoridades locales por irregularidad migratoria o carencia de documentos (retenidos por los propios explotadores) o por delitos que la misma víctima puede haber cometido en su situación de explotación.
La amenaza anula la capacidad de autonomía y decisión de la persona víctima, mirando a evitar que esta se escape o pida ayuda. Es una forma de control que puede ejercerse por medio de la retención de documentos, la violencia física, sexual, económica y psicológica.
Se materializa en agresiones físicas y episodios de violencia y abuso sexual en todas las fases de la Trata de personas.
El tratante promete falsas ofertas de trabajo, de educación o amorosas con el fin de atraer a la persona víctima planteándole una solución a sus necesidades o intereses. Los altos salarios o becas académicas nunca aparecen al llegar a destino, donde en cambio se materializan: deudas por el viaje realizado, descuentos por alimentación, agua, ropa y otros insumos, multas por los retrasos, incumplimientos o rebeldía ante las reglas impuestas.
En el Global Report on Trafficking in persons, 2020, se mencionan dos de las estrategias fraudulentas más utilizadas:
- LA CAZA, cuando el tratante persigue a la potencial víctima típicamente en las redes sociales, inicialmente como un acercamiento amistoso que se vuelve más insistente a medida que la relación se desarrolla.
-
LA PESCA, cuando se publica anuncios y ofertas esperando que las potenciales víctimas respondan.
Las necesidades y faltantes afectivas y económicas son aprovechadas por los tratantes. En algunas partes del mundo, las víctimas son atemorizadas con sus propias creencias y sometidas a rituales de hechicería.
No existe la Trata “consentida”.
No puede existir consentimiento cuando se priva a una persona de su libertad.