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3. Finalidad

¿Para qué se hace?

Trabajos o servicios forzados

Explotación sexual

Esclavitud o prácticas análogas
a la esclavitud

Extracción de organos

3.1 Trabajos o servicios forzados

La víctima está obligada a prestar un trabajo o servicio para el cual no se ofrece voluntariamente, bajo amenaza y después de un traslado de un lugar a otro.

Para que sean trabajos o servicios forzados se necesitan dos condiciones:

El trabajador no se ha ofrecido voluntariamente y no ha dado su consentimiento libre e informado.

El empleador amenaza con una pena al trabajador (violencia física o retención de salarios, amenazas de deportación, retiro de documentos de identidad – entre otras).

Es la naturaleza de la relación existente entre trabajador y empleador la que determina el trabajo forzado, no la actividad realizada.

De acuerdo con el Global Report on Trafficking in Persons 2020 (UNODC), los principales sectores en los cuales se identifican víctimas son:

Servicio doméstico

Construcción

Agricultura

Minería

Textiles

Hoteles y servicios turísticos

Ventas informales

3.2 Explotación sexual

La víctima es forzada a ejercer la prostitución en condiciones de esclavitud, nunca convenidas o aceptadas.

La víctima es privada de su libertad o limitada en su autodeterminación, no recibe ninguna remuneración o esta es mínima en proporción al tamaño de su trabajo.
Es forzada a acatar las órdenes de sus captores respecto a los clientes o las prácticas sexuales (horarios extensos, prohibición de usar anticonceptivos, número excesivo de clientes por día) y, a menudo, está condicionada al consumo de alcohol y/o sustancias psicoactivas.

Una de las modalidades de la explotación sexual es el matrimonio servil.

La víctima, generalmente una mujer, niña o adolescente, es obligada a contraer matrimonio de forma involuntaria, con fines de explotación. Por medio del matrimonio, la mujer es sometida laboral o sexualmente a la pareja y puede sufrir violencia física, sexual y reproductiva.

3.3 Esclavitud

o prácticas análogas a la esclavitud

La víctima sufre el dominio de otra persona, quien la considera de su propiedad.

Las prácticas análogas a la esclavitud incluyen todo acto de captura, adquisición o cesión de una persona para venderla o cambiarla: la servidumbre por deudas o gleba, la mendicidad ajena y la explotación en actividades delictivas son algunas de sus modalidades.

Servidumbre por deudas

Una persona (deudor) se compromete a prestar sus servicios personales, o los de alguien sobre quien ejerce autoridad, como garantía de una deuda.

Esos servicios no están limitados en términos de tiempo y naturaleza del trabajo.

Servidumbre de la gleba

Una persona está obligada por ley, por costumbre o acuerdo, a vivir y trabajar sobre una tierra que pertenece a otra persona y a prestar a esta, de manera gratuita o remunerada, determinados servicios, sin libertad para cambiar su condición.

Mendicidad ajena

Una persona es obligada por un tercero a pedir limosna. Es trasladada a un lugar diferente a su residencia y aquí es totalmente controlada por el tratante, quien se lucra de su actividad recibiendo todas las ganancias generadas.

Explotación en actividades delictivas

Una persona es obligada a cometer delitos y otras actividades ilegales que están castigadas penalmente y generan beneficios económicos: robo, cultivo de drogas, venta de mercancías ilícitas. A menudo se exigen cuotas a las víctimas, quienes pueden sufrir duros castigos si no las alcanzan.

3.4 Extracción de órganos

Es el comercio de los cuerpos de las personas: el retiro de órganos, tejidos o componentes del cuerpo y su tráfico (transporte, importación o exportación y conservación de ellos).

Mujeres, niñas, niños y adolescentes

La Trata de personas afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas y esta evidencia no es una casualidad, sino una relación de causas: las mujeres y niñas sufren desigualdad, falta de oportunidades, discriminación y violencia, tanto física como psicológica y sexual, solo por el hecho de ser mujeres.

En el intento de buscar alternativas y oportunidades para evadir la discriminación y la violencia en sus países, se convierten en presa fácil de los tratantes, quienes se aprovechan de esa situación de necesidad para captarlas y trasladarlas a otro lugar (interno o externo a su país) con el fin de explotarlas.

En el caso específico de niñas y niños, cuando no tienen padres o tutores pueden ser un fácil objetivo de reclutadores, quienes los captan prometiéndoles protección.

Trabajos o servicios forzados

La OIT (Convenio 29) define el trabajo forzoso como “cualquier trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente”.

El término “cualquier trabajo o servicio” se aplica a todo tipo de trabajo, servicio y empleo, independientemente del sector y de la ocupación en los que se produzca, y de si es de naturaleza legal y formal o ilegal e informal.

Se aplica a todas las personas, independientemente de su edad, sexo, origen y situación administrativa en el país donde se lleva a cabo la explotación laboral.

Matrimonio servil

La Convención para la eliminación de la esclavitud afirma que el matrimonio servil se da en las siguientes situaciones:

– Una mujer […], sin que la asista el derecho a oponerse, es prometida o dada en matrimonio a cambio de una contrapartida en dinero o en especie entregada a sus padres, a su tutor, a su familia o a cualquier otra persona o grupo de personas.

– El marido de una mujer, la familia o el clan del marido tienen el derecho de cederla a un tercero a título oneroso o de otra manera.

– La mujer, a la muerte de su marido, puede ser transmitida por herencia a otra persona.

Propiedad

La propiedad puede darse cuando las personas son “compradas” o “vendidas” con fines de explotación e implica una total dependencia del individuo de su “amo” o “propietario”.

Servidumbre por deudas

En la Trata de personas, un caso de servidumbre por deudas puede originarse en la fase de preparación del viaje, el traslado y la recepción de la víctima.

Los gastos generados (y los que se generan una vez llegada al destino final) pueden desembocar en una deuda interminable, que rinde a la persona víctima vulnerable a todo tipo de abuso por parte de su tratante.

Extracción de órganos

La Organización Mundial de Salud (OMS) define la extracción de órganos como un “trasplante comercial en el que hay una ganancia, que ocurre fuera de los sistemas médicos nacionales”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que aproximadamente “un 8 % de los trasplantes que se realizan a día de hoy en todo el mundo proceden del tráfico de órganos”. Los órganos que más ilícitamente se comercializan son los riñones.